martes, 4 de agosto de 2020

De equilibrios energéticos


A veces pasa. Cuando algunos aspectos de nuestra vida no van tan bien como nos gustaría, repentinamente otros empiezan a equilibrarse y a ir muchísimo mejor. Por supuesto, no es inmediato, pues toda situación de estabilidad requiere de un comienzo caótico que balancee las energías, ¿acaso no suelen empezar las mitologías con un caos, una explosión, un no ser indefinido que después poco a poco se va desglosando, y va surgiendo la materia, y ya todo se va configurando? "En principio estaba el Caos, del cual surgieron Gea, la tierra, y Uranos, el cielo..." Pues así con la vida.

No obstante, no debe asustarnos ese batiburrillo, ese cacao de altibajos emocionales cuando nos viene todo como muy de golpe, esa montaña rusa, pues es necesaria para encontrarnos a nosotros mismos en el proceso, para reafirmarnos acerca de lo que somos, de lo que queremos ser. Es cierto que puede llegar a asustarnos, porque en principio es como si estuviéramos en el ojo del huracán, tratando de analizar por qué nos pasa lo que nos pasa, qué nos rodea y cómo hemos llegado a esa situación.

Pero una vez somos conscientes de lo que sucede, de lo que hay, de lo que sí, de lo que no, de lo que realmente necesita tu mente, tu cuerpo y tu corazón en ese momento de tu existencia se nos abren interesantes posibilidades que, si somos personas avispadas, deberíamos saber aprovechar de la manera más conveniente en función de lo que nos apetezca.
Al fin y al cabo, somos dueños de nosotros mismos y lo que nos llevaremos cuando esto acabe serán todas nuestras experiencias, es mejor arrepentirse de lo que hagas que de lo que no en todo caso y SIEMPRE habrá quien te critique hagas lo que hagas, aunque actúes de la manera más políticamente correcta a ojos de la zoociedad, así que, dentro de la máxima de no hacer daño a nadie (¡que eso también te incluye a ti, ojo cuidao!) lo suyo sería hacer lo que te parezca. Sin olvidar lo de la responsabilidad para el responsable, y tal.

Bien es verdad que lo de los equilibrios es algo casual, pues de hecho la manera más rápida de ser infeliz es, irónicamente, buscando la felicidad a como dé lugar, y es cierto que las mejores cosas suceden cuando uno menos se las espera, cuando está más centrado en otros aspectos. Y entonces, pum, aparece. Y qué maravilla cuando sucede, realmente. Disfrutemos pues. Desde la calma, desde la consciencia, desde la paz del ser.