martes, 12 de agosto de 2025

Otra carta al cielo

 Querida mamá:


Esto es un desastre sin ti. 

Bueno, ya lo era cuando estabas, pero sin tenerte a mi lado, sin sentir tu respaldo, tu presencia, tu cariño incondicional todo cuesta el doble…Es como estar tullida por todo el cuerpo sin tener ningún tipo de muleta, yendo arrastrándote por el suelo como buenamente puedas, como si fueras el puto Ivar sin huesos. Mi chico hace lo que puede y se lo agradezco infinitamente, sobre todo la enorme paciencia que tiene al aguantar mis días más difíciles, y cuando le respondo de manera cortante aunque no se lo merezca. Por suerte ese es un aspecto que ya sabes que he conseguido suavizar.

Mamá, la verdad es que desde que te fuiste, y sin contar los 20 días de vacaciones que me fui a León, porque tampoco es que fuera el mes entero, no he tenido prácticamente tiempo de poder desconectar de verdad. Todo ha sido un estrés constante y vivo en modo supervivencia porque, por desgracia, tampoco pudiste dejar nada que me ayudara a sostenerme y a tener un poco de tranquilidad económica que es tan necesaria en esta sociedad capitalista de mierda. Bueno, no lo sé al 100%, todavía hay cosas que tengo que resolver aún, pero no he juntado moral para ello. A ver si cuando se acabe el verano consigo hacerlo, ir al centro de salud, recoger tu informe y a ver qué me dicen en el banco de tu seguro o qué se yo. Pero ya te digo que esperanzas cero.


Mamá, es muy triste continuar sin un respaldo económico de ningún tipo, prácticamente al día, casi sin poder ahorrar, sintiéndome una inútil conformándome con trabajos de mierda, turnos partidos, trabajando a partir de las nueve de la noche algunos días sin ningún complemento de nocturnidad y sin ningún festivo, comiéndome estas elevadas temperaturas, sujeta a las inclemencias meteorológicas,  y resignándome cada vez que muere gente por golpes de calor en las noticias, pero nuestro sector, para no variar, siempre se ignora. Qué duro estar teniendo que sonreír y poner buena cara a la gente aunque no se lo merezca. Y aún así habrá gente que me critique y me llame quejica porque al menos tengo trabajo. Pero es que ya me la pela.


Mis piernas, debido a la maravillosa herencia que me dejasteis el que puso el material genético y tú, me pesan y me duelen cada día más.


No puedo permitirme parar, no puedo, porque si paro no cobro, y si no cobro aunque sea menos de lo que por mi categoría, experiencia y posición me tocaría (SEGURAMENTE) no voy a poder tirar hacia delante. Sufrir calor, mareos, viendo a mis compañeros pasando por lo mismo, pareciendo que no tenemos derecho a enfermar, ni a quejarnos, ni a que quedemos sujetos a sufrir percances, porque es que ‘’en Córdoba hace más calor.”

En fin, mamá, que te voy a contar que no sepas. No sabes cuánta falta me hace llegar a casa y verte, sentarnos juntas en la cocina, tomarnos una Judas bien fresquita con unos trocitos de queso añejo porque si no es una cerveza muy fuerte y cae mal. Despotricar aunque sepamos que no vamos a poder cambiar el mundo, pero al menos saber que contamos la una con la otra, reírnos, brindar…


Y, sobre todo, hoy duele horrores no tener esa sensación de amparo, de calor y de sosiego al sentir que, por muy mal que me haya ido el día y por muy mal que vaya a todo, llegaré a casa, me mirarás a los ojos sin ser necesario que me preguntes nada, me acogerás en tu regazo y podré llorar hasta quedarme seca, y después ya podré contarte lo que me inquieta y lo que tanto me angustia el corazón.


Ya no puedo hacer eso con nadie, mamá, porque tú eras mi mejor amiga, mi confidente, y jamás podré volver a tener la sensación de que, no importa lo que pase, si me caigo, estarán tus brazos para recogerme, ayudarme, apoyarme en la medida de lo posible y darme aliento para seguir hacia delante.


Ya no, esa parte de mí, esa sensación murió. me siento más sola, desnuda, desamparada y vulnerable que nunca, ya que el temor de que nada va a cambiar, ni mejorar, y que todo seguirá igual, y que esta mierda de vida seguirá implacable pasándome por encima hasta que al final me mate, es un hecho irrefutable.


Estoy a la deriva en este tempestuoso, asqueroso, tormentoso y revuelto mar.

(¡Deberías salvarte tú sola, eres fuerte, ánimo, patatín, patatán!)

Que os den, a todos los que penséis así, que os den pero que muy fuerte, porque no tenéis ni la más remota idea. Niños de papá con la vida resuelta que no han limpiado ni un váter: ni me miréis tampoco. No hay que minimizar el dolor ni las experiencias; es este día de mierda el que me hace escribir estas líneas, pero tampoco me arrepiento de ello. Si os molesta, volved a vuestro aire acondicionado y a vuestras piscinas privadas.


Me estoy ahogando en el mar de una vida que cada vez es más cruel. Y  no aparecerá ningún barco, ninguna tabla, ni nada que me salve. Todos necesitamos ayuda, pero mii faro se fue, mi constante murió en mis brazos en junio hace dos años. Y, desde entonces, una gran parte de mí sigue caminando a oscuras.


lunes, 2 de enero de 2023

Falacia opiácea (clonarexión)

 Nuevo año, me reporto. 

Adelanto que todo es mentira.

Estaba un poco ansiosa y mezclé un lorazepam con un clonazepam y he descubierto una sensación que no experimentaba desde hace mucho. Despreocupación total un estar sin estar. Paré de ver la peli de Halloween para ojear algunas páginas del libro sobre la República y la guerra civil española de un autor extranjero: sabia decisión,  los escritores de afuera son los que mejor hablan de las mierdas que nos pasaban ya que no tienen el sesgo familiar implícito del bando que les tocó cuando les arrojaban a las trincheras por lo de las batallas de hermanos contra hermanos, o esas excusas que suelen poner los fachas encubriendo de alzamiento militar lo que fue un golpe de estado en toda regla. María... La republicana, controla. Pues eso.

Que curiosa sensación... plasmo lo que me nace sin orden, importándome tres pitos si está bien o mal, sin deber,  solo por placer... Mi letra es un enigma pero me da igual ya la descifraré... o no. Lo que no entienda me lo inventaré sobre la marcha. Carlistas, soberanos... poco ha cambiado la intención, solo el término, la elitoqueta, digo etiqueta. Oprimen igual pero si estás en su grupo de etiquetados privilegiados a salvo estás.

Pastelitos sobre mi simple lectura torcida a ver si en otro momento traduzco. No me gusta la línea recta, todo queda más prolijo pero siempre fui de naturaleza, la diosa, la infinita curva. Qué aburrida la línea recta, prefiero ondas sensuales como el que nos transmite la música a partir de la vibración, que suenen...hasta personas sordas sentirán música al tocar y seran partícipes de la experiencia a través de la vibración que sienten. Exquisito cadáver, pensamientos inconexos que derivaron ni el surrealismo de la época que nos ha tocado... escribiendo... descuidado el trazo porque escribo por donde me da la gana...¿será mi verdadera naturaleza la que sale a raíz de esta trama? No lo sé, pero liberada de preocupación cual paloma que escapó libre para ir estropeando monumentos gracias a lo corrosivo de su defecación fue libre y no se enganchó a lo preestablecido. No dejéis que ningún malintencionado amargado y frustrado os diga cómo vivir solo por corregir sus errores y venga a dirigir vuestra vida. No gente, en serio, romped con lo recto y abrazad las curvas, sentíos libres, disfrutad de la plena libertad de ser vosotros mismos haciendo oídos sordos a aquellos que en su afán de rectitud al orden olvidan lo importante de la vida que es rodearse bien, dejarse llevar, hacer el loco y compartir con los que queremos. Mithrandir, haberte conocido ha sido curativo... Siempre está genial ver gente que sufre por dolores para los que nunca le preparó la vida que sigue hacia adelante tiene mucho mérito. Gracias porque aunque no lo sepas (nosotros) vosotros, seres como tú son  muy necesarios para continuar en los momentos de bajón al recordar que existís.  Y el niño... Bueno, a ver si se comporta y es bueno y no desperdicia mi voto de confianza. Pero igualmente yo en ese punto de mi vida ya no reclamo y lloro... Ya me aparto para no molestar en vista de todo lo que me ha tocado pasar.  Pero joder, quédate y que se note que quieres hacerlo. No más falta de cuidados ni malentendidos, solo cosas bonitas y amor sincero, para mí y los que más me importan, como el que siempre será mi familia, el manantial de bondad, el niño del pañuelo. Eso pido porque estamos cansados de sufrir, merecemos amor bonito y que nos prioricen y que se preocupen por nosotros. 

Mis deseos para el año que entra y la gente que quiero es el valor para sacar de nuestra vida lo que no suma, por más que nos importe, porque será peor a la larga aferrarse a lo que no funciona, es estúpido tratar de sanar una herida sin cura. Pido infinita salud para mí y para vosotros, para estar bien y disfrutar de la vida y de aquellos a los que amamos y cuidar de los hermosos vínculos y que estén con nosotros. Recordad que tenemos dos orejas para escuchar y una boca para hablar. Trabajemos esa habilidad porque muchas veces lo que queremos es desahogarnos queremos que nos escuchen, desatarnos. 

No es excluyente a la libertad disfrutar de un muchachito que no se corta en llamarte puta, te azote y te haga sentir suya y tambien respete tu espacio. La felicidad es incluso en la lejanía sentirse acompañado.

Insisto, quered a los que se lo merezcan, no más maltrato. Censuro un poco lo último porque no es correcto, pero... En resumen, agradezco lo que se acabó porque ratifica lo que no quiero. Ya sé que no te guardo rencor, así que palante y espero que tiréis, al final la pela esta pela y (casi) todo se mueve por materialismo... Y lo siento, yo no pude ofrecerte nada más que lo que tenía en aquel momento, el materialismo opulento pudo a mi tísica precariedad. Va, en resumen sed buenos pero no tanto... No pongáis la otra mejilla y disfrutad de la vida que son dos días y uno lo pasamos durmiendo y a saber lo que pasará.

miércoles, 21 de diciembre de 2022

Amor

 -¡Pero qué preciosa que estás, cuánto tiempo hacía que no te veía!-exclamé, mientras venía hacia mí y nos fundíamos en un cálido y largo abrazo. Me llegó su dulce perfume y lo aspiré. La observé, maravillada: llevaba un vestido rojo oscuro de satén que se ajustaba a su cuerpo, una hermosa gargantilla negra y los ojos maravillosamente delineados, que brillaban con fulgor,y una cálida y seductora sonrisa, junto con sus sonrojadas mejillas, la hacían aún más bella.

Me sonrió más aún y me cogió la mano con cariño.

-Puede que hiciera mucho que no me personara, ante tus ojos, pero chica, llevas sintiéndome ya una buena temporada, que a mí no me puedes engañar.-Dijo, y esta vez sonrió más pícara.

Me ruboricé y sonreí, contagiada por su encanto, era lo que tenía...

-Qué me vas a contar, Amor.-Suspiré.-Pero es que a veces parece tan difícil, a pesar de que te sienta tan...

-...¿Tan fuerte?-Acabó por mí.

-Sí.-Musité.-Como hacía mucho que no sentía...

-Pero mírame, por favor, si soy uno de los sentimientos más bonitos que existen... -me dijo, mirándome con ternura.

-Es cierto-dije, mirándola con detenimiento,y le pregunté ilusionada:

¿Y te ves así de bonita porque así de bello es lo que siento?

-Pues claro, tontita. Así que yo que tú no me preocuparía... Y me sentiría dispuesta a disfrutarlo... Pero cuidado, no te dejes cegar por Pasión, suele confundir las cosas a veces...

Le acaricié la aterciopelada mejilla y suspiré.

-Aunque vais de la mano, generalmente...

-Así es-me dijo, y acto seguido se ruborizó.-Pero niña, controla la intensidad de tus pensamientos que como venga se va a liar y tú tienes que centrarte un poco.

-Es verdad-admití, serenándome.-Aunque me ha gustado mucho verte, ratifica lo que siento...

-Y a mí verte de nuevo. Bueno, te dejo con tu parte racional de nuevo... 

Nos despedimos con otro abrazo y en lo que se desvanecía la estela de su agradable perfume, la imagen de un chico se coló en mis pensamientos. Sonreí, suspirando de nuevo, respiré hondo y volví a mis apuntes.


jueves, 8 de diciembre de 2022


Esta vez vino a mí vestida de gris y azul, con su sempiterna comisura caída. Lo cierto es que ya llevaba tiempo sin verla...
-Vaya, en realidad hace ya que no nos vemos, Tristeza.-Le dije.-A ver, qué te trae a mí hoy, cuéntame.
Se colocó hecha un ovillo a los pies de mi cama y se rodeó las piernas con los brazos. Pobrecilla, se veía tan pequeña... Me acerqué a ella y la abracé, y noté cómo de inmediato sus lágrimas me mojaban la camiseta. La apreté más fuerte y sonreí levemente.
-Ya, ya... Vamos, suéltalo todo, si es que nunca aprendemos, ¿verdad?-la caída de sus lágrimas me indicaba el motivo de su llanto.
 -No, si es que...-continué.- Maldita naturaleza intrínseca de cuidadoras que tenemos, parece que es un defecto, cómo cuesta desaprender. Pero cuaaantas veces te he dicho que primero tú y después tú. O sea... Nosotras. Venga, venga, pequeña, suénate... Le acerqué unos pañuelos y me agradeció el gesto restregándome cariñosamente su cabeza. Se sonó bien la nariz y se secó las lágrimas. Le ofrecí un poco de chocolate caliente que bebió con gusto. Me quedé un buen rato abrazada a ella, meciéndola hasta que sus sollozos cesaron definitivamente y se quedó dormida. Le acaricié el pelo, y lentamente se desvaneció entre mis brazos y desapareció. Curiosa sensación, pues cuando la evitaba en algún momento explotaba, se apoderaba de mí y nos sentíamos fatal, o mutaba hacia Enfado o Ira, pero al final, en tibio abrazo hemos aprendido a convivir y escucharnos y vamos aprendiendo a no llevarnos mal... Hasta otra, Tristeza.



miércoles, 12 de octubre de 2022

¿Por qué las palentinas son (y bien merecidamente) caballeros de honor?

Ya lo dice bien el himno de la tierra de Palencia:

En tus muros se estrella Lancaster

triunfa de él la mujer palentina

y al impulso de la estudiantina

se instituye la Universidad


Según cuentan las crónicas, en mayo de 1388 las tropas del Duque de Lancaster, por aquel entonces pretendiente a la corona de Castilla, atacaron Palencia y ante la ausencia de hombres (pues la mayoría se encontraban en campañas militares), tuvieron que ser las mujeres las que defendieron la ciudad. Y lo hicieron, ni cortas ni perezosas.


El Duque de Lancaster desembarcó en Galicia y fue introduciéndose con sus tropas en La Coruña, Orense, Santiago, algunas tierras de Castilla hasta que llegó finalmente a Palencia. Las mujeres palentinas, colosales en valor, defendieron la plaza saliendo victoriosas pues el Duque de Lancaster retiró su tropas, con la humillación que además suponía el hecho de que su ejército hubiera sido totalmente derrotado por mujeres siendo considerablemente superior a las fuerzas femeninas que cayeron sobre ellos al abrigo de la noche, utilizando también los ropajes de los hombres para confundir al enemigo, y únicamente armadas con rastrillos y guadañas. A pesar de su enorme valor y su picardía, las palentinas también sufrieron bajas: decenas de sus cuerpos también tiñeron de sangre los campos castellanos.


Una vez conocedor de estos hechos, Juan I de Castilla premió la gesta otorgando privilegio perpetuo de Caballeros de Honor a las mujeres palentinas, permitiéndoles lucir la banda dorada que las iguala a los caballeros.

Esta banda dorada con una flor morada se conserva a día de hoy en el traje tradicional palentino.

Impresionantes mujeres, ¿verdad?

Ars Amandi les rinde un merecido homenaje en esta maravillosa canción:




jueves, 6 de octubre de 2022

Para un P.N.(Reafirmaciones)




No tienes ni idea de lo que es, hasta que lo sabes. Hasta que comprendes, con una evidencia abrumadora. Y tras el shock, la tristeza, la enorme decepción, el desmoronamiento, la estatua que se derrumbó, la ridiculez, la pantomima, el ''poooorr favor". Es el turno de la risa. Sí, la risa.

Porque todo era mentira.  Así de simple. Porque dentro de tu ser está la luz, la esperanza que nunca se apagó, por más que estuvieras hasta el fondo en esa negra, corrompida y pútrida espiral tan destructiva. Por fin despertaste de la ilusión. Y viste la realidad. Una realidad tan cruda, tan cruel, tan desoladora que te dio hasta asco, arcadas, una profunda náusea.

Afortunadamente esa luz está, no se apagó, nunca se fue. La inconsciente voz de alarma en tu cabeza, la disonancia, el no dejarse confiar nunca al 100%, claro, cualquier cosa, absolutamente cualquier cosa que digas podrá ser utilizada en tu contra.

¡DESPIERTA, SIEMPRE ESTUVISTE ENGAÑADA! Y TU SALVACIÓN SERÁ AFERRARTE A QUE NADA FUE REAL, NADA DE NADA.

 ¡Qué raro era todo a veces! ¿Verdad? Demasiado bueno, muy repentino. El hielo derritiéndose tan pronto, como por arte de magia. Y luego, de golpe y porrazo, el hielo otra vez. El quedarte extenuada, sentirte mal, la ansiedad, ver pautas raras pero callarte, por estar totalmente anulada. ¿Siempre yo? Mentira tras mentira.

Afortunadamente, no dejaba de sonar una vocecita en tu cabeza diciéndote que desconfiaras.. que había algo raro, no sabías el qué, pero algo raro había.

Pero no te preocupes. Me di cuenta tarde, sí, pero me he dado cuenta. Y más vale tarde que nunca. Por desgracia para ti, el tiempo cada vez corre más en tu contra. Cada día estás más viejo, y cada vez engañarás a menos gente. Y te vas a morir solo. Sí, tú, el que tanto te reías de las pobres feministas que se iban a morir solas. Pues joder, puestos a estar, mejor entrar en una relación estable con un satisfyer que contigo, hijo de puta. Y donde tú te derrumbes, yo triunfaré. Porque, ¿sabes una cosa, alma podrida? Yo valgo mil veces más que tú, por más que tú te esforzaras en hacerme creer lo contrarío. NUNCA, JAMÁS DE LOS JAMASES SERÉ COMO TÚ. BASURA.

Se acabó. Se acabaron tus triangulaciones, se acabaron todas tus manipulaciones, tus mentiras, tu luz de gas. Ya se te ha caído la máscara y he visto el ser corrompido y lleno de mierda que eres. Menuda tristeza ser así, de verdad. Menudo horror debe ser levantarse por las mañanas y verse en el espejo tan inanimado, tan lleno de nada. No te preocupes, cosa deshumanizada, no pienso hacer nada. En serio. Te dejaré morir en mi memoria, que es lo mejor que se puede hacer con un ser vil y rastrero como tú. Fin de la partida.

lunes, 4 de octubre de 2021

Libenolandia y el reset apuñalístico


Año 2050. Por fin sucedió. Ya no era ningún problema. Las emociones negativas, sus consecuencias, sus diversas maneras de hacernos perder el tiempo debido a que muchas personas se hacían bola en un bucle de autocompasión que duraba horas, ¡horas! Ya no eran necesarias. No había tiempo que perder en una sociedad en la que había que producir, y producir, y producir. Sin parar. 

En el año 2050, prácticamente ya todo se hacía desde casa, escasas eran las profesiones en las que había que estar en la calle para desarrollarlas. La hostelería había dado un paso más en ese sentido, no era difícil ver en los bares tras las barras cómo "trabajaban" robots que sabían exactamente cual era la cantidad exacta de alcohol que ponerle al cliente en el cubata para que fuera rentable echarla y no desperdiciar el género. Precisión milimétrica al detalle. Los repartidores estaban por todas partes, haciendo recados, pero tras la fachada de regularización seguía siendo un empleo bastante precario, pues los que realmente tenían competencias aceptables y buenos trabajos se quedaban en casa. Todo el mundo lo sabía. 

Pero lo mejor, era el invento más revolucionario del momento: el reset apuñalístico. Tras muchos años acumulando poder entre las masas por su enorme difusión en las redes sociales, los coaches que se hacían llamar expertos sobre psicología en general eran las fuentes más consultadas, tomados por sabios cualquier asunto que se refiriera a curar el alma, en tanto que los profesionales con carreras y años de preparación detrás eran duramente ignorados por quizá no gozar de tanta popularidad, o no saber ''venderse'' al no tener espacio en un lugar donde el contenido que esperas encontrar se encuentra tan fácilmente en la palma de tu mano.

Pues bien, este grupo de expertos de esa época, había conseguido, tras años y años de investigación, con un riguroso equipo de gente detrás (pero eso no importaba puesto que no eran la cara visible), un invento que revolucionaría la mentalidad de la gente deprimida en aquella época tan triste en la que apenas había contacto: el reset apuñalístico. 

Este llamativo invento consistía en, básicamente, un utensilio que era prácticamente igual que un cuchillo de cocina, pero con una característica especial: que cuando te lo clavabas en las costillas cuando ya sentías que no podías más cada vez que la angustia, la tristeza, o la depresión más profunda te atacaban no morías, sino que permanecías en una especie de trance momentáneo. El cuchillo, con un avanzado mecanismo, estaba imbuido de sustancias altamente relajantes y poderosas que una vez introducidas en el organismo que te hacían estar bien al momento, así que ya, con un simple reset apuñalístico, la depresión se había curado. Al ser muy muy fina la hoja, producía la sensación real de puñalada, lo cual producía cierto alivio al notar que por fin ponías fin a tu dolor y acababas con el sinsentido de tu existencia, pero era tan buena su tecnología, que nada más salir de tu interior, la herida misteriosamente ya se había cerrado. El lema no podía vender más: "¡No sea improductivo! Un simple reset convertirá en solo minutos de angustia horas e incluso días de tristeza." 

En Libenolandia no había nada que causara mayor deshonra que ser improductivo, especialmente a causa de una actitud negativa o triste, fuera por la causa que fuera. Eso ni hablar. Había que estar siempre sonriente, y ser siempre positivo. Y de hecho, había que ser un necio para discutir que si realmente querías conseguir algo, el universo conspiraba para que lo lograras. Así que era muy lógico que la sociedad pusiera todo su empeño en evitar que las personas tuvieran, hablando mal y pronto, una actitud de mierda respecto a la vida y sus problemas.

Sin duda fue un gran descubrimiento, pues la gente podía seguir adelante con su vida sin mucho drama. Aunque todo hay que decirlo, el efecto de las sustancias en el organismo no era eterno, y con el paso del tiempo podía causar una severa dependencia, cosa que los expertos trataban de solventar haciéndole ver a sus seguidores en sus plataformas que realmente no tenían que pasarse con estos "resets", pues realmente si eras una persona positiva y valiente, con uno al mes era más que suficiente. El problema, como intentaban hacer ver los psicólogos titulados a los que prácticamente nadie quería escuchar, es que de nada servían esos resets si no se trataba la fuente del problema, porque por más que se tratara químicamente, una y otra vez se volvía a la tristeza. De hecho no era raro que de aquella se dieran muchos casos de personas que habían muerto por sobredosis de resets, o que por intentar aguantar y no hacerlo, habían quedado ingresados con ataques de ansiedad, o serios cuadros de síndrome de abstinencia. 

Pero el caso es que fue una herramienta importante en su momento, en la búsqueda de la cura perfecta para la depresión, porque eso sí, en Libenolandia la máxima era buscar la felicidad, o al menos, que se viera en tu cara, ya que lo importante era ser positivo, y había demasiado por hacer y mucho que producir como para osar permitir que la gente sintiera tristeza, con todo lo que sabemos que eso conlleva, y la enorme pérdida de tiempo que esto genera.