miércoles, 31 de diciembre de 2014

Noche de luna llena

Mientras trenzaba sus largos cabellos en la orilla del lago, ayudándose por el reflejo del agua y la luz de la luna llena, Elinde meditaba acerca de su pesarosa existencia. La vida de los elfos, una existencia larga, condenada, pues quién quiere vivir para siempre si no encuentra motivos. La vida eterna puede ser una maldición difícil de sobrellevar si no tienes un sentido. La joven suspiró largamente mientras completaba la larga trenza, que le llegaba hasta el final de la espalda. La luna arrancaba destellos a su pelo plateado, casi como si fuera una prolongación del cuerpo celeste, un rayo de luna, delgada como un junco, en el lago silencioso. Escuchó un ruido de un animal, y de repente su corazón empezó a latir con fuerza. Llevó, en un acto reflejo, la mano a la empuñadura de su espada. Aguzó el oído y se serenó tan rápidamente como se había sobresaltado: era él. Se puso de rodillas y dirigió los ojos hacia la espesura del bosque que se abría junto al lago.  Escuchó la hierba helada crujir bajo sus poderosas patas, pero eso solamente podía percibirlo ella, alguien de su raza. Casi al momento, lo que se tardaba en pestañear, notó el cálido aliento en la cara.

-Hola, mi querido amigo…-susurró, tratando de contener una lágrima mientras acariciaba la cara de la criatura que estaba frente a ella: un gigantesco y hermoso lobo blanco,  casi tan blanco como la nieve, pero con una mancha gris en la frente.

“Elinde…” en su cabeza resonaba la voz de su amor, su mejor amigo “dulce Ellinde” su hocico se pegó a su cuello y se puso detrás de ella, que recostó la espalda en su lomo y acarició el suavísimo y espeso pelaje. “Las noches han sido sombrías en el bosque últimamente. Las criaturas oscuras no moran en las cuevas, campan a sus anchas por doquier, como si todo estuviera permitido. Apenas hay guardianes ya, parecen temer la presencia de un mal superior, algo que se les escapara… Estoy inquieto.”

-¿Has hablado con tu manada?-le preguntó la elfa en un susurro, mirando las estrellas.

“Sí, pero dicen que prefieren mantenerse al margen y yo… Me pregunto si todo no será una señal de que Ella…”

Elinde giró la cabeza y miró sus ojos azul intenso como el cielo, aquellos ojos que no habían perdido su expresión humana de un aire de serenidad y a la vez de desconcierto.

-Y aunque fuera una señal de que ella está cerca… no puedes enfrentarla tú solo, Menethil.

“Elinde” notó la voz del lobo resonar en su cabeza con tono confiado “sé lo que me hago, es la única que puede devolverme a mi forma original’’

-No quiero que te haga daño, no pienso dejarte solo, ya has arriesgado tanto…-susurró la elfa, rodeando su cuello con los brazos y enterrando la cabeza en él. Se dejó inundar por el aroma a bosque que emanaba su pelaje. Él rozó su hombro con el hocico.

“Nunca me has dejado solo, has venido casi cada día a verme desde que me ocurrió esto, consultado a los más sabios poniendo en peligro nuestro secreto, pero nada. Sé lo que me hago.”

-Menethil…-sollozó la elfa mientras lo abrazaba con más fuerza. Él la acercó un poco con su pata tratando de rodearla, tratando de no hacer daño a su delicado cuerpo.

“Vete ya, hadita plateada. Márchate, creo que escucho a la patrulla y se extrañarán mucho si ven a la hija del gran señor abrazada a un enorme lobo.”

-Volveré pronto, Menethil.-Susurró, mientras besaba su cabeza, justo en la mancha gris.


El lobo la observó desaparecer en la noche como un resplandor brillante y con la cabeza gacha volvió a internarse en el bosque, preparado para afrontar un día más su maldición.

jueves, 20 de noviembre de 2014

"Lo esencial es invisible a los ojos"


Y así es la vida... A veces sí, a veces no, y a veces no se puede.
¿Y cuántas veces habrás querido decirle lo que sientes?
Miles, pero y eso qué. O no lo entendería, o se reiría de ti, o como no es tonto ya se lo huele, o puede que incluso pensara que le tomas el pelo. Y claro, pues qué pensar, qué decir. Mejor callarse, y morderse la lengua. Mejor tenerla hinchada de tanto mordérsela a hacer sentir mal a otra persona que vale infinitamente más y para la que tú eres...  Perdón, ¿Pero existes para él? Qué va, lo dudo siquiera.

Siempre, en las veces que no lo evitas, te miras al espejo, resoplas, te consideras poca cosa en general pues imagina cuando consideras a una persona como lo más grande, lo más especial... Si es así, tú siempre te verás poco para él.

No, no te lo mereces. Sigue soñando, pequeña e imperfecta personita, que para él seguirás siendo invisible.

A veces los mayores tesoros están almacenados dentro de los cofres más toscos y feos... Pero claro, si lo de fuera no te llama la atención... No te molestarás en abrir la tapa. Y por desgracia suele ser así.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Hace frío y te recuerdo.


Estaban en el patio empedrado lleno de la plantas de la vieja casa del pueblo. El abuelo, un hombre fuerte y sonriente que pese a su edad y dolencias conservaba buena parte de su fuerza y su vigor, preparaba la lechuga para la ensalada separando las hojas y metiéndolas en agua para que se limpiaran mientras una de sus nietas más pequeñas, una niñita de pelo rizado de unos cuatro años le observaba fascinada, con las manitas cruzadas detrás de la espalda y los ojos muy abiertos.

El buen hombre echó la última hoja en el recipiente con agua y la miró sonriente.

-A ver,  ¿y qué hacemos ahora que tenemos la lechuga en el agua?

-No lo sé abuelito.-Respondió la niña con sinceridad.

El anciano cogió una botella de plástico llena de vinagre y le echó un buen chorro al barreño de agua donde reposaba el vegetal.

-¿Por qué le echas vinagre?-le preguntó la niña.

-Para matar a los bichitos que pueda haber. Así salen de la lechuga, no nos los comemos y no nos ponemos malitos.

-Aaaaah-dijo la niña asintiendo con la cabeza.

-¡A comeeer!-dijo la abuela, saliendo de la cocina que comunicaba al patio con el cucharón en la mano.-La crema de verdura está lista abuelo, y te la tienes que comer ya.

-La lechuga también está limpia y lista para la ensalada.-Respondió él.

-Sí, ya le hemos quitado los bichitos para que no nos pongamos malitos.-Añadió la niña con una gran sonrisa repitiendo lo que su abuelo le había dicho

-¿Qué?-preguntó la mujer sin entender de todo.

El abuelo rió sonoramente.

-Venga, vamos a entrar o la crema se enfriará y fría no está buena.

-¡Sí!-exclamó la niña, yendo corriendo a sentarse en la mesa, observando que la abuela había tenido buen cuidado de poner donde se sentaba a comer un plato con un poco de la crema de verduras que comía el abuelo y que a la pequeña le encantaba.

El abuelo no pudo hacer otra cosa que volver a reír al sentarse y ver que su nieta ya estaba empezando a tomar cuenta de la crema con la cuchara, le hacía mucha gracia porque a ninguno de sus otros nietos les gustaba mucho la verdura, pero ella siempre le pedía a la abuela que le pusiera un poquito de ese preparado que tenía que tomar. A él no le gustaba porque prácticamente lo tomaba por prescripción médica, pero le animaba que esa renacuaja de pelo rizado le acompañara en eso.

Así pues, mientras el resto de la familia iba a sentarse y la comida se terminaba de servir, ellos se miraron con complicidad y siguieron degustando la crema.




domingo, 2 de noviembre de 2014

Et je ne sais pas pourquoi...


Tu recuerdo es como una astilla que se clava en mi corazón cada vez que las emociones más intensas, tanto el amor más profundo como el odio más negro, vienen a mí cuando pienso en ti.
Oh, querido y a la vez odiado, te mataría... Pero después te resucitaría. Y así muchas veces, no me cansaría, créeme. Pues no sería nada más que una tortura acorde a todo el tormento que me has hecho pasar sin darte cuenta siquiera.

Bésame, no pares, soy adicta a tus besos. Déjate caer en mis brazos, te apuñalaré mientras tú me apuñalas a mí, los gritos de tu orgasmo mezclados con el dolor... Éxtasis mortal...recorre mi piel con tus dedos, goza entre mis piernas otra vez, disfruta de mis espasmos, de mi humedad latente, la que solamente tú provocas, ama el pecado otra vez dentro de mí y déjame exhausta, deja que muerda tu clavícula hasta que tu carne ceda y aliméntame con tu sangre de ángel caído contaminada de cada uno de los siete pecados capitales, maldito, bendito, eres pureza y suciedad.

Permite que rompa la prohibición y deje marcas de los arañazos de mis uñas en tu espalda. Deja que grite, que insulte, sin tener que contener la voz por el insuperable placer que me produce todo lo que me das cuando te clavas en mi interior, que me revuelva y que jadee como lo que tú y solamente tú sacas de mí. Deja que libere todo lo que tenga que liberar.

Oh, dueño de mi placer y de mi sufrir, te deseo, no puedo estar sin ti.
Despojada de pudor, sucia, ramera, mancillada, esclavizada, cargada de cadenas ante la voluntad de tu deseo, dime qué quieres, dime. Soy tu marioneta, y no lo soporto pero es así. De tu placer soy presa, déjame que te complazca, soy pieza en tu tablero, juega conmigo, maltrátame, sacrifícame, pero no me abandones.
Este es el precio a pagar por disfrutar de ti. No lo soporto, pero es así.
Placer, exquisito, nunca sentido jamás, maldito placer que me das. Compañía letal, veneno delicioso, atrápame entre tus brazos otra vez, haz lo que quieras conmigo, deja que me sacie de ti, deja que calme mi hambre y cuando vuelva a sentir apetito, sáciala.

Oh querido, oh odiado. Muere pero resucita otra vez, clávate en mis entrañas. Pero no oses salir, no me contravengas, no te vayas... si lo haces solamente Hades será el que recoja tu alma maldita, tu parte bendita no te salvará ante las fauces de Cerbero por tanto mal que has hecho. Marcaré de veneno tus labios y lo único que sentirás sobre tu piel será la fría caricia del metal. Y luego pondré óbolos sobre ti. Y en la barca de Caronte tu último viaje harás.

jueves, 2 de octubre de 2014

A Paulita


La conozco, y es hermosa, por fuera pero más aún por dentro.
Es una chica sin prejuicios, una chica sencilla.
Pero eso no la hace menos especial.
Su sonrisa hace que cualquier día malo parezca bueno.
Es capaz de hacer brotar rayos de sol de las nubes más oscuras.
Cuando está conmigo me contagia su alegría...
Y hace que mis defectos no me parezcan tan terribles.
Ella sabe quitar hierro a todo, es despreocupada, espontánea, alegre.
Es un amor de niña, es mi amiga, es mi hermana.
Y por todo eso y muchas más cosas, aunque ya lo sabe,
igualmente yo se lo digo con orgullo, con el corazón henchido de alegría...
lo mucho que la quiero. Hacen falta en el mundo más personas como ella, ya lo creo.

Hoy te doy las gracias por haber aparecido en mi vida, y por ser una pieza tan importante dentro de esta. Porque no te mereces menos, porque me has ayudado muchísimo más de lo que piensas, y porque me da la gana y es mi espacio y pongo lo que me apetezca. Así que, hoy por ti, ma petite. Y no será lo último que escriba inspirado en ti, puedes estar segura de ello.


domingo, 21 de septiembre de 2014


-Estás haciendo una montaña de un grano de arena...-le dijo él con desesperación.

-No, no lo creo.

-Todo tiene solución.

-No siempre.

-¿Por qué eres tan pesimista?

-Ni yo misma lo sé-se encogió de hombros-pero eso es bueno, supongo que me diferencia del resto, ¿no?-dijo con ironía.

 -Te equivocas. A veces te preferiría más simple.

-Si no me aceptas, no sé para qué estamos juntos-dijo de malas maneras, levantándose de la cama y cruzando los brazos, como siempre que perdía la paciencia...pero nada más decir esto se arrepintió y se volvió a tumbar a su lado.-No quise decir eso...-murmuró .

-Ya. Anda, cállate la boca, empléala para hacer algo provechoso en vez de decir tonterías y dame un beso.

Lo hizo. Luego se giró hacia un lado, tapándose el rostro, sumida en sus pensamientos, él no la dejó volver a indagar y le dio la vuelta, besándola de nuevo.

-¿Por qué me soportas?

-¿Y tú me lo preguntas? Porque a pesar de como eres, te quiero.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Anochecer


Y los árboles sagrados, a causa de su maldad fueron asesinados, y nunca más hubo en la tierra nada semejante a esos hermosos destellos plateados y dorados que emulaban al sol y a la luna, a veces cálidos y a veces dulces y refrescantes. Esos destellos, esa luz deslumbrante que provenía de los árboles sagrados, Laurelin y Telperion, creación de Yavanna Kementári, la dadora de frutos, la madre de la naturaleza que nunca hizo nada más bello, pues esos hermosos árboles eran el orgullo de los Noldor y de todo Valinor.

Pero aquel día enfermaron y murieron por su culpa. Es difícil imaginar tanta rabia contenida en un único ser, pero él era capaz de eso y más. Albergaba en su interior demasiado odio, demasiado resentimiento. Y aquella noche se derramó la primera sangre cuando el viejo rey fue asesinado por él, por Melkor, así se llamaba el traidor despiadado, pues se interpuso en su camino hacia el robo de los Silmarils, esas preciadas joyas que contenían la luz de los ya extinguidos árboles, y la oscuridad lo cubrió todo. Y se hizo la noche en lo que el cruel y renegado Melkor huía con ellos. Y Feanor, que fue quien forjó estas exquisitas piezas, recelaba, y sus miedos y sospechas alimentadas por el veneno que Melkor infundió en él en su día crecían, su ira al rojo vivo, incrementada por un fuerte deseo de venganza al enterarse de la desaparición de los Silmarils y de la muerte de Finwe, su padre.

Triste anochecer de muerte, pérdida y sufrimiento..
.
De fondo solo los llantos de la diosa creadora de vida, de la madre de la naturaleza por haber perdido sus creaciones más hermosas, y los Noldor se lamentaban ante tan terrible suceso.

lunes, 18 de agosto de 2014

Hipatia


Aquí estoy, en este templo bendito que será mancillado por mi sangre.
Voy a morir por defender simplemente lo que es justo.
Me han paseado por las calles, arrancado la túnica, me han insultado, me han humillado. No me afecta, son calumnias.
Aquí me hallo desnuda, como suelen representar a la verdad, pues sé que nada más hay verdad en lo que digo.
¿Qué clase de Dios tenéis que os autoriza a cometer tal atrocidad?
¿Qué mal he hecho yo sino predicar lo que creo, y mostrar mi enseñanzas?
No, a causa de mi inteligencia me llamáis bruja, y vais a lapidarme.
Es un final realmente amargo por una vida entregada al conocimiento.
Orestes, ¿dónde estás? Tú me conoces, yo nunca pretendí mal. Pero aun así esta turba de cristianos enfurecidos cuyos ojos me fulminan me van a matar. Cogen piedras, estoy temblando, no lo puedo evitar.
Sólo quise aprender, y enseñar y voy a ser cruelmente asesinada a causa de mi credo y de mi afán por el saber.
Pues parece que la gente siempre teme lo que desconoce. Ese es el mayor enemigo del hombre en estos tiempos que corren: la inteligencia de una mujer, que sepa cosas y las muestre, que pueda influenciar.
El paganismo morirá, yo también.
Maldito y envidioso Cirilo...
Se acabó, es el final.

viernes, 15 de agosto de 2014

Desde mi erial particular






Descarnada, tirada por el suelo, las rodillas hechas jirones de tanto arrastrarme por el suelo arenoso, un erial lleno de cardos que tienen nombres curiosos: derrota, amargura, sufrimiento, rechazo, autocompasión.En ese momento entrecierro los ojos y frunzo el ceño porque estoy a punto de echarme a llorar, porque esas emociones negativas que han tomado forma me golpean y me atrapan, me hieren clavándome sus espinas y me arañan, quieren que me enraíce y que me haga una con ellas, que sea un ser triste, que no sonría más, que me hunda entre las sombras, que no haga el esfuerzo por brillar.

En mi cárcel de cardos alzo la mirada hacia el cielo sin estrellas. Pues las estrellas eran esperanza pero la decepción debió borrarlas de un soplido. No hay asomo de luz en la oscura noche de mis temores.

Entre el más absoluto silencio, presto atención. Estoy atenta para ver si alguna mano fuerte rompe esas feas plantas que me retienen, que me atrapan con más fuerza conforme más me resisto, que hacen que hilos de sangre broten de mi piel en mi vana lucha. Pero caigo en la cuenta de que es una batalla que debo enfrentar yo sola, aquí nadie me puede ayudar, no. Aquí solamente estamos yo y esas asquerosas malas hierbas que no me dejan levantarme. Me cargan con más inseguridades sobre los hombros y me impiden ponerme derecha.

Es hora de hacer algo al respecto. Dispuesta a dejarme la piel, concienciada, preparada para enfrentarme a esas putas opresoras dejándome los dientes si hace falta me dispongo para el forcejeo y veo que se hacen más pequeñas, mi cuerpo se hace más grande. Y conforme crece mi cuerpo, otro tipo de sentimientos brotan de mi interior, son tan hermosos que iluminan el erial: confianza, cariño, generosidad, gratitud, entusiasmo.  Creo que voy a conseguirlo, sonrío triunfante y cuando me quiero dar cuenta... Solamente estamos yo y las estrellas. Hasta que los cardos vuelvan, y quieran volver a aprisionarme con sus espinas. Me da igual, que lo intenten. Yo ya he recuperado las fuerzas.


domingo, 3 de agosto de 2014




Trato de plasmar en mis escritos una obra que le haga justicia a tu belleza, pero eso es imposible.
Al menos intentaré acercarme todo lo que pueda a ello, volcaré todo mi talento en estas amarillentas hojas, pasaré toda la noche escribiendo si es necesario para llegar al amanecer y ver que he hecho algo que merezca la pena para mi diosa. Para ti, porque te amo y porque te lo mereces, dueña de mi corazón y de mis pensamientos.
Pasan las horas lentamente, ese tic tac del reloj me enloquece, malgasto demasiado tiempo pensando y escribo poco, me cuesta, es duro. Demasiadas hojas he arrojado al fuego en vanos intentos. Porque cuando me giro veo tu perfección, tu cuerpo, tu rostro angelical, ese conjunto de exquisita belleza que descansa sobre la cama, y tengo celos de las sábanas que te envuelven y se rozan con tu piel, ese envoltorio divino a cuyo lado el tacto de la seda... parece esparto. Mis dedos están manchados de tinta, mi caligrafía tiembla en el papel. Trato de concentrarme, una vez más, venga. Tengo que poder. Pero la luna me hace la competencia con su luz plateada, enorme, con sus dulces destellos colándose por la ventana haciendo más visible tu figura, acariciándola y despertando tu sensualidad. Aprieto los dientes, me vuelvo hacia el papel, confiado, motivado. Amada, esta batalla no la ganará ella, esto lo voy a terminar antes de que el sol se alce. Para unir mi corazón al tuyo al amanecer, para darte ese beso que aún me siento indigno de darte, y para que al fin tú y yo podamos ser.

jueves, 31 de julio de 2014

Monólogo interior, sentimientos


Cualquier cosa, cualquier cosa absolutamente, aunque sea casi imposible conseguirla.
Cuando hay amor nada más importa, cuando alguien te interesa de verdad entras en una especie de enajenación mental transitoria que te hace enloquecer, que te hace sentirte capaz de robarle a la luna sus rayos, de escalar el cielo subiendo las estrellas por él, lo que haga falta, es una persona tan maravillosa que todo lo que le puedas ofrecer es poco.

La cuestión es que cuando no somos correspondidos, a pesar de poner todo nuestro empeño, a pesar de intentar dar lo mejor de nosotros, de pulirnos hasta conseguir ser la mejor persona posible de lo que somos capaces, que sentimos que somos ya tan maravillosos que no podemos llegar a más... Nos ciega la incomprensión, la desesperación, es que no nos cabe en la cabeza.

"¿Pero por qué no le gusto? Si he sido atenta, cariñosa, si le he respetado, si he aprendido a hacer su plato favorito, y a respetar sus manías y a dejarle tranquilo cuando necesite espacio."
La explicación es sencilla y tan obvia que hasta duele. Que el zapato que a uno le está bien le aprieta a otro. O como un buen amigo mío suele decir citando a Jung: ''la comida de un hombre es el veneno de otro.''

Y eso quiere decir, aplicado a esta situación, que aunque a veces creemos que hemos dado con la persona correcta (que no hay una sola persona correcta para todo, pero eso es otro asunto) esa persona no nos corresponde.

Y sí, es triste, es desolador, creemos que hemos encontrado nuestro zapato perfecto, nos está bien, es tan bonito, es ideal... Pero el nuestro a la otra persona no le convence; qué le vamos a hacer. Para nosotros su comida es extraordinaria, pero a él la nuestra le sabe a rayos. Que no te rayes muchacha, que tú eres estupenda, pero simplemente no eres su tipo.

Además, ahora que lo pienso, algo me contradigo vale... pero menuda tontería tener que cambiar tanto para gustarle a alguien. ¿Es que acaso un amigo no te quiere a pesar de como eres? Si a alguien no le entras por los ojos y el corazón de primeras no le vas a gustar de verdad en la vida, así que tampoco merece mucho la pena insistir y pensar en cambiar para gustarle si ya la primera impresión de él con respecto a nosotros no ha sido muy positiva...

En resumen, todos somos geniales en esencia, la cuestión es  dar con aquellas personas que lo vean y lo sepan apreciar y somos muchos en el mundo, así que no hay que perder la esperanza. Una de las mejores cosas de la especie humana es la variedad y por suerte... ¡para gustos, los colores! Y generalmente las cosas suelen venir cuando menos te las esperas así que de momento disfrutemos de la vida, que con sus putadas y canalladas incluidas, es un bonito espectáculo. Así pues, vivamos y que pase lo que tenga que pasar.

lunes, 28 de julio de 2014

Un poco de magia




No hay que olvidar lo siguiente: draco dormiens nunquam titillandus ;)

Ea, un poquito de magia para pasar la tarde. Me apetece sentirme niña otra vez, porque sí, porque viene bien, SIEMPRE viene bien ^__^

Fui con tanta emoción y tantas ganas a ver la primera película de esta maravillosa saga... No tenía ni idea de que fuera a gustarme tanto. Pero en cierto modo marcó un antes y un después. Nada más verla  al día siguiente fui a la biblioteca a hacerme con los libros, que me los leí en desorden y no me cuadraban cosas (normal xD pero pude ponerle remedio, releerlos en el orden bueno y después todo encajó perfectamente). Recuerdo que cuando conocí a Antonio y a Bart, dos personas maravillosas que tengo la gran suerte de tener en mi vida no me podía creer que compartieran la misma pasión por este mágico mundo. ¿Os acordáis de esos concursos de hechizos en la biblioteca? ¿Y esos ahorcados con personajes raros tanto de Harry Potter como de El Señor de los Anillos? Cómo se nos pasaban las horas cuando no venían los profesores y nos quedábamos ahí echando el rato. O las reuniones del ''Ejército de Sirius'' en el recreo... Buah, qué tiempos chicos, qué risas y qué todo, de verdad.

Tardes nostálgicas recordando momentos felices que estoy muy pero que muy contenta de haber vivido.

¡Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas! :D


viernes, 25 de julio de 2014



Supongo que hay ciertas cosas que se fueron y que no volverán.
Ese romanticismo de hace tiempo, que se convirtió en algo demasiado cursi.
Ya no hay cartas, ni poemas, ni hermosas canciones que valgan.
Supongo que ahora es mejor ser directo, ¿no?
Pues sí, está muy bien ir al grano cuando de sexo se trata, pero cuando es algo más profundo, bueno...
Como que se queda corto e insustancial, la verdad.
Hace tiempo escuché una de las frases con las que más de acuerdo estoy: "no es que el amor sea tonto, es que se le hacen demasiadas canciones". Sí, tal vez se han hecho tantas canciones abusando del término, tantas películas, tanto ''merchandising'' alrededor de una palabra tan importante, que el término amor ha sido devaluado. O relegado a algo que simplemente se demuestra un día del año, ya sabréis a qué me refiero.
Pero bueno, que lo que vengo a decir con esto, es que aunque ir directamente al grano esté muy bien...
Los detalles, los detalles bonitos son los que hacen la diferencia. Un simple ''preciosa'' dicho sinceramente, una simple flor porque sí, cualquier día... Un poema dedicado, una canción. Un plato preparado con cariño, un escrito en el que se desnudan los pensamientos, una mirada cálida. Esas cosas que hacen sentir que una pequeña chispa de romanticismo queda todavía viva. Y no hablo en el sentido cursi, sino en el de mostrar lo que sentimos, en el de desnudarnos emocionalmente, desvestir nuestra alma y no solo el cuerpo. Porque, ¿qué hay de malo en hacerlo con aquellas personas que han demostrado ser merecedoras de ello?

Es bonito demostrar que la poesía no ha muerto.



No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la humana ciencia no descubra
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a do camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!

G.A. Bécquer

martes, 22 de julio de 2014

Guardianes


Sí, hoy quiero escribir un poco acerca de ellos, porque son vitales, porque son importantísimos.

Esas personas maravillosas, que más que personas a veces parecen ángeles debido a su infinita dulzura, a su bondad, a su cariño. Seres con metafóricas alas formadas por cientos y cientos de buenos sentimientos con las que te cubren y protegen.

Porque todos necesitamos un abrazo cuando estamos mal, chicos, chicas, porque todos tenemos derecho a sentirnos frágiles y vulnerables en algún momento y dejar que alguien recoja nuestros pedacitos, nos arme, nos preste su hombro para que lloremos y nos seque las lágrimas. Alguien con quien poder ser enteramente tú, vulnerable, con tus carnes abiertas y estar totalmente tranquila al saber que no hay nada que temer, que puedes soltarlo todo, aquello que te hace mal, que te parte en dos, que te atormenta, que no te deja dormir bien, tus mayores miedos e inseguridades... que lo que hará será escucharte, abrazarte y cuidarte. No te reprochará, ni te castigará (que también para eso ya está la propia vida). Simplemente te demostrará que está a tu lado, te apoyará y te aconsejará. Por algo se les llama guardianes.
Cuidadores, amigos, protectores, compañeros. Seres especiales que merecen un lugar especial en nuestro corazón.Y nuestra gratitud por estar y por no marcharse.


viernes, 18 de julio de 2014

Drenajes


Sí, no es broma, quiero hablar acerca de los drenajes.
Pero no de los drenajes propiamente médicos... es en un sentido más metafisico, más metafórico. Es como... Sacar todo lo malo de nuestro corazón y nuestra cabeza, lo que nos inquieta por medio de un objeto o una acción. Para algunos puede ser componer, tocar un instrumento musical, romper algo, evadir la cabeza en algún juego hasta olvidar lo que te hacía sentir mal, o para otros, como suele ser mi caso, escribiendo. Aunque la verdad el propio verbo escribir creo que en ocasiones se me queda grande porque peco de ser incoherente sin darme cuenta o las palabras que hilo no llegan a tener sentido del todo cuando se unen formando frases. Qué más da, el caso es que es mi medio y mejor o peor, lo quiero utilizar, quiero desahogarme, y en este caso mi acción, mi ''tubo'' para extraer lo que me hace sentir mal va a ser la escritura, dreno mi cabeza de toda la tristeza y todos los pensamientos deprimentes y confusos que la habitan, e intento verlos reflejados aquí. Como una especie de pensadero sin imágenes, sólo de palabras que bailan sobre una hoja en blanco formando sentimientos escupidos a través de mis dedos. Son aquellas cosas que no pueden salir de mi boca, porque se quedan atrapadas en mi garganta y no hay manera de empujarlas. Es más, muchas veces intentamos hablar y nos damos cuenta de que tenemos la boca cosida con un hilo invisible y doloroso, porque llega un punto en que literalmente te duele hablar, tanto, que no encuentras modo de expresarlo oralmente, y entonces te callas y paras de balbucear. Y notas que te viene un golpe de tristeza repentino, y luego los ojos húmedos y si no consigues aguantar y dominarte, acuden rápidamente las lágrimas y ya sabes que no va a haber quien pare esa cascada, esos dos pequeños torrentes de agua salada que arrastran nuestra tristeza, que también la drenan. Sí, el llanto también es una buena forma de liberar dolor. Aunque muchas veces envidio a aquel que es incapaz de hacerlo, que solo sabe estar triste pero no exteriorizarlo. Supongo que será como quedarse a medias.
Como decían en “Como agua para chocolate”, lo malo de llorar no es el simple hecho de llorar, es que quien empieza no para, como quien dice, se pica y no puede parar. Es importante pararlo, está bien que liberemos nuestro dolor de la forma que nos apetezca, pero no hay que dejar que se haga presa de nosotros. Que somos seres humanos, y no almas en pena.

Además, que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante.

Cambios y reflexiones


Bien, pues decidí cerrar mi abandonado blog de antes para dar comienzo a este otro, que tampoco es gran cosa, es simplemente otro espacio de escritura.

¿Por qué...? Pues porque me apetece y porque a veces conviene renovarse y no es malo hacerlo, así de sencillo.

Han pasado cosas bastante fuertes últimamente, pero son necesarias, la vida sigue y es necesario romper con algunas cosas aunque nos duela para avanzar y para continuar nuestro camino plenos y felices del todo, aunque a veces dudemos de que si lo que hicimos fue lo correcto o no.

Ya se sabe que seguir adelante sin mirar atrás es imposible aunque se quiera. Pero también es cierto que quien no arriesga no gana.

En otro aspecto, puede decirse que he tenido un año bastante bueno a nivel de estudios... Vale, bastante no, muy bueno. Demostrarte a ti misma que tienes la capacidad de dedicarte a algo y hacerlo bien cuando has estado una temporada larga un poco perdida sin saber bien qué hacer o hacia donde encauzarte siempre es muy reconfortante.

¿Y por qué amalgamas variadas? Pues... Bueno, supongo que porque soy una persona así, que es un poquito como una amalgama, como un coctelito, que puedo pasar de un estado emocional a otro a veces con mucha rapidez, pasar de la alegría absoluta a una gran tristeza, o... Bueno, otros estados que no voy a mencionar ahora mismo. Aunque supongo que es algo más común de lo que se piensa, todos nos sentimos así a veces. Y lo de amalgama también viene porque en este blog como en el anterior se va a escribir sobre temas muy diversos, desde opiniones, pasando por historias que recuerde y me apetezca destacar, hasta relatos que se me ocurran.

Para eso es mi pequeño rinconcito caótico, así que... Bienvenidos.