viernes, 25 de julio de 2014



Supongo que hay ciertas cosas que se fueron y que no volverán.
Ese romanticismo de hace tiempo, que se convirtió en algo demasiado cursi.
Ya no hay cartas, ni poemas, ni hermosas canciones que valgan.
Supongo que ahora es mejor ser directo, ¿no?
Pues sí, está muy bien ir al grano cuando de sexo se trata, pero cuando es algo más profundo, bueno...
Como que se queda corto e insustancial, la verdad.
Hace tiempo escuché una de las frases con las que más de acuerdo estoy: "no es que el amor sea tonto, es que se le hacen demasiadas canciones". Sí, tal vez se han hecho tantas canciones abusando del término, tantas películas, tanto ''merchandising'' alrededor de una palabra tan importante, que el término amor ha sido devaluado. O relegado a algo que simplemente se demuestra un día del año, ya sabréis a qué me refiero.
Pero bueno, que lo que vengo a decir con esto, es que aunque ir directamente al grano esté muy bien...
Los detalles, los detalles bonitos son los que hacen la diferencia. Un simple ''preciosa'' dicho sinceramente, una simple flor porque sí, cualquier día... Un poema dedicado, una canción. Un plato preparado con cariño, un escrito en el que se desnudan los pensamientos, una mirada cálida. Esas cosas que hacen sentir que una pequeña chispa de romanticismo queda todavía viva. Y no hablo en el sentido cursi, sino en el de mostrar lo que sentimos, en el de desnudarnos emocionalmente, desvestir nuestra alma y no solo el cuerpo. Porque, ¿qué hay de malo en hacerlo con aquellas personas que han demostrado ser merecedoras de ello?

Es bonito demostrar que la poesía no ha muerto.



No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la humana ciencia no descubra
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a do camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!

G.A. Bécquer

No hay comentarios:

Publicar un comentario