sábado, 17 de agosto de 2019


Otra vez ese muñequito, esa marioneta estúpida que se mueve al compás de la música movida una y otra vez por las cuerdas"¡Joder, vaya puta música lacrimógena, no sé si cortarme las venas o dejármelas largas!" Pienso, contrariada, intentando pensar en algo que no tenga nada que ver con esos tristes temas (sí, esos mismos que tú a veces te has puesto estando triste para ponerte aún peor, que tampoco te pongas ahora muy digno).

Hasta que de repente, entre el repertorio suena una canción que me la recuerda, y me la clava dentro de la mente con tal fuerza que todo lo relacionado con ella me asalta, me bombardea "Oh no, por qué ahora, por qué ella de repente" Contengo las lágrimas y me doy la vuelta "mierda, mierda, tres veces mierda, por qué no tengo un puto kleenex joder" Busco en la mochila nerviosamente, pero no hay nada. Me doy media vuelta otra vez, a meterse de nuevo padentro la lagrimita, que no pasa ná, que tú eres una profesional y si te tienes que tragar lo que sientes un rato pues te lo comes con papas y ya te desahogarás. Y así es.

Pero, ahora, aquí, tecleando para echar un poquito hacia fuera lo que me asalta... Maldita sea, cómo pueden llegar a cambiar tanto las relaciones entre las personas. Es lo que tiene cuando las nubes negras se ciernen sobre nuestras cabezas... No hay duda, es que hay tormenta, es que va a llover, te vas a joder, ¿verdad? Pues así es cuando una influencia nefasta va intoxicando, envenando, que poco a poco todo se va a la mierda. Y explota. Y se jode.

Extrañar, anhelar, querer. Puto orgullo. Sonrío para mis adentros. Orgullo. Qué va, es solo que en realidad te echo un montón de menos y en el fondo de mi corazón espero que te des cuenta de la tontería tan tremenda que todo fue. Es solo eso, es lo que más feliz me haría en realidad.

Es difícil, es complicado. No tengo tanta fuerza quizá. Admiro de corazón a las personas que son tan fuertes que tienen la capacidad de tirar hacia delante por sí solas, sin ayuda de nadie, que no les importa desligarse... Pero mi vínculo contigo es demasiado grande, como para no. Porque gran parte de lo bueno que soy, es gracias a ti. Porque si en parte he conseguido llegar a donde estoy y conseguir tener los ovarios necesarios, y ponerme el mundo por montera (qué poco me gustan los símiles taurinos pero alguna vez me lo dijiste) es gracias a ti. Y te quiero. Y siempre te voy a querer.

 Y claro, no puedes evitar pensar que todo pasa por algo, que el momento, la ocasión, el por qué de la canción... Casualidad. O no, no sé. La verdad a veces no sé si creer en las casualidades.

Igualmente espero que Él en el que sigues creyendo, a pesar de que yo decidí ignorarlo hace ya bastante tiempo te siga cuidando.

Ti porto nel cuore. Sempre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario