jueves, 22 de agosto de 2019

Pensamientos en la penumbra


La tenue luz de las velas apenas sí consigue dar la justa lucidez a mis cada vez más indecisos pensamientos. Solo hay una verdad absoluta que se acrecienta a medida que se acrecientan las canas en mi cabello y las marcas en mi cara y en mi cuerpo: la inquietud por saber es la primera pequeña puerta que se abre al gran mundo del desconocimiento. La verdad es que cuando era más jovencita sí que daba por sentado algunas cosas sin ponerlas en duda, ya que tenían que ser así y punto. ¡Qué equivocada estaba esa ingenua pero adorable muchacha de mundo pequeño! Y en realidad el mundo es mucho más áspero de lo que pensabas cuando solo empezaste a asomar la cabeza en él, pequeña incauta.

Y sin embargo, a pesar de las asperezas sigo encontrando motivos para sonreír, aunque no estén dentro de mí. En eso no hemos cambiado nada, ¿verdad que no? Por otro lado somos más prudentes, nos callamos más, nos seguiría gustando echar más huevos a la vida, para luego pensar "y para qué en realidad".

 Pero el caso es que aunque no estemos pasando por nuestro mejor momento siempre hay alguna razón para alegrar la cara, aunque no parta de mí, porque joder, estamos de acuerdo en que uno debe mirar por uno mismo (siii, puta sociedad capitalista, os estais cargando el planeta desgraciados). Pero coño, no pises a los demás tampoco. Si para brillar más tienes que apagar a los demás lo estás haciendo pero que muy mal.

Saber que por ejemplo le vas a alegrar el día a alguien, eso es una buena razón para sonreír. Fijaos que cosas, a veces hacer sentir a alguien bien tiene un efecto rebote, maravilloso, que no drena. Esfuérzate en sonreír, pum. Sonrisa de vuelta ¡Qué sonrisa más bonita tiene esta niña! Y arreglado todo. Y en realidad esto cada vez es más raro de ver. Somos más ricos en tecnología, pero más pobres en tiempo de calidad con los que queremos, nos lo roban estas primeras, nos absorbemos, nos metemos en ello (yo la primera), conectándonos para desconectar. Y todos los like del mundo no nos dan el calor de un abrazo sentido y eso es así. También veo que cada vez hay menos sonrisas por lo general, más cabezas gachas en una pantallita.

Sonríamos, tratemos de no perder nuestra esencia, lo que somos y nos apasiona y nos mantiene con la cabeza alta y cerca de nuestros seres más queridos, no nos fragmentemos y dejemos que nos absorba el mundo virtual que nos deshumaniza. No perdamos nuestros colores cada vez más apagados en este mundo gris. No dejéis que lo consigan. Levantad la cara, sonreíd.

Aquí me hallo sonriendo recordando a una muchacha sentada en su escritorio trabajando con esta hermosa banda sonora concentrándose, pasando a limpio ejercicios de ética para después debatir en las clases de uno de los mejores profesores que he tenido, de los pocos que realmente me hicieron pensar y que me planteara el por qué de las cosas.

Mornie utúlië (darkness has come)
Believe and you will find your way



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